Ha transcurrido un año y hay que hacer balance de la gestión de los tan mediáticos y aclamados alcaldes del cambio.En primero lugar hay que decir que focalizaré mi crítica en las dos ciudades más importantes del país que son realmente las más relevantes en cuanto a riqueza y notoriedad nacional:Madrid y Barcelona.
Tras un año,cabe destacar que este primer periodo para las alcaldesas del cambio es todo menos lineal.De hecho,ha habido todo tipo de polémicas,malentendidos,acusaciones,descalificaciones,crisis identitarias etcétera.Muy cierto es que el episodio más cercano y repentino al ascenso de Ada Colau a la alcaldía fue el de retirar el busto del Rey y cualquier otro símbolo de índole monárquica.A mí personalmente no me afecto esta decisión pues no soy nada monárquico ni me interesa la monarquía pero verdaderamente entiendo que a mucha gente le enfadaría.En el lado céntrico,podíamos ver cómo Carmena destinaba al comienzo del verano cierta cantidad de euros que posteriormente se transformarían en 100 mil raciones de comida para los niños que estaban padeciendo malnutrición que,según sus datos,eran demasiados.También se ahorró 100 euros para el consistorio mediante la anulación del contrato con las agencias de calificación Estándar and Poor’s y Fitch.Por su parte,Colau ha optado por una prórroga con esa decisión de moratoria turística que viene a replantear si el turismo proveniente es óptimo para encajar no solo en los planes adminitrativos de la ciudad sino también medioambientales pues es bien sabido que mucho turismo extranjero en Cataluña sobre todo,se convertía eventualmente en puros actos de vandalismos y desenfreno.A pesar de las críticas vertidas hacia su gestión,Colau replica que se debe escudriñar minuciosamente el plan turístico hasta el 2017 aunque se pierdan algunos puestos de trabajo este verano para así elaborar un plan mejor para la posteridad en el que las zonas periféricas también estén adaptadas para el recibimiento del sector que más nos aporta.
Al mismo tiempo,como bien dijimos,se tuvo que hacer frente a otras cuestiones polémicas como puede ser el caso de los Titiriteros,que en un órdago por parte de la oposición madrileña,se intentó mermar la reputación de la gestión de Carmena como también el caso de Rita Maestre y su asalto a la capilla religiosa.Aún asi,se ha dicho que el Ayuntamiento estaba casi en quiebra hace justo un año y a dia de hoy se puede aseverar que la deuda municipal se ha reducido en más de 870 millones de euros.En Barcelona,Ada Colau,quien viene directamente de los movimientos sociales más pragmáticos del país como es el PAH,ha sido duramente criticada precisamente por este colectivo por no hacer lo suficiente por parar todos los desahucios que debería y además acusada de que la deuda de Barcelona se incrementara ligeramente desde que llegó al consistorio.No obstante,desde Enero,hay indicios de que alrededor de 600 desahucios (más un centenar que los pasados meses se paralizaron)se podrían haber detenidos.
Lo cierto es que no son alcaldesas idílicas pero se puede decir que han obrado de manera aceptable pues una encuesta del CIS hecha a la población ha corroborado que en el mes de Noviembre del pasado año ya tenían más nota que los propios líderes nacionales, y si bien no es una nota excesivamente alta(ambas sobre el 6 sobre 10 frente al 2’8 de los antiguos alcaldes) se puede decir que hay garantías de que no ha habido corrupción y relativamente bien estos municipios del cambio van avanzando.Y aunque hay un aspecto reprobable por muchos,que es el del Nepotismo,es decir ‘’enchufar’’ a familiares en puestos públicos,personalmente lo veo hasta lógico independientemente de que lo haga un partido político u otro,(y siempre y cuando esa persona esté capacitada y sea competente) ya que cualquier persona teniendo una pareja,familiar o lo que sea experto en un tema necesario en el Ayuntamiento irá primero a contratarlo a él que a otro desconocido.
Estaremos pendientes a lo que hagan también Kichi en Cádiz o Pedro Santisteve en Zaragoza sin olvidarse de Joan Ribó en Valencia o Xulio Ferreiro en La Coruña.Necesitamos unos alcaldes que estén al servicio del pueblo.Esperemos que cuando la deuda municipal se salde y tengan margen para obrar con normalidad,sigan dispuestos a servir a los ciudadanos y construir un país mejor.
La Brújula 